Tras mes y medio de desaparición por estos lares, Rudolfina está de vuelta. Y digo Rudolfina porque creo que durante este invierno he tenido tantas veces la nariz roja por pasar frío que me he transformado. Tras terminar con los exámenes, decidí que era hora de viajar y desconectar de las redes sociales, que no del mundo. Casi me atrevería a deciros todo lo contrario, al viajar tanto y estar tan poco pendiente de las redes, he conseguido aprender más, vivir más, alegrarme el doble, disfrutar más y observar cada pequeño detalle. Al no estar siempre cámara en mano, he conseguido hacer que mi mente, a través de mis retinas, se transformara en una cámara. ¿Lo mejor de todo? Que ahora lo llevo todo almacenado en mi disco duro interno. La luz de las calles por las que ha pasado, la gente con la que me he cruzado, los paisajes que se extendían delante de mis ojos, los detalles casi imperceptibles de las cosas que me rodeaban. Pero, además, en este disco duro interno va almacenado mucho más: van almacenados sentimientos, emociones, la sensación del sol y también de la lluvia sobre mi piel, la nariz roja y helada, los pies doloridos de tanto andar, la sonrisa que le ofrecía a las ardillas que tenía a mi alrededor paseando, el sabor a mil comidas diferentes en las papilas gustativas. Todo eso, aprendizaje y vivencias las llamo, las llevo dentro a partir de ahora.Experiencias, momentos y vivencias que no han sido capturados a través de las lentes de una cámara pero que permanecerán para siempre en mi interior y que me ayudarán a crecer cada vez que los recuerde.
Sin embargo, eso no quiere decir en absoluto que en todos mis viajes no documenté de manera física y palpable algunos momentos. Por supuesto que lo hice y los estoy deseando compartir con vosotros. Pero antes de enseñaros fotos de Londres, de Málaga, de Colonia, de Liège, de Luxemburgo y de Berlín, quiero compartir con vosotros estas que hicimos a finales del año pasado en un parque precioso en Colonia. Se trata del Lindenthaler Tierpark, un lugar ideal para dar un paseo, pues está lleno de animales en semi libertad a los que puedes alimentar con comida que ellos allí mismo te proporcionan. Diferentes especies que conviven felices, desde patos, hasta cabritas y bambis. Un lugar ideal para entrar en contacto con la naturaleza y con los animales, mimarles un poco y hasta jugar con ellos. Lugar totalmente recomendable si venís a Colonia. Yo estoy deseando que venga el sol para volver ahí y hacer un picnic. Ah y ya de paso pues decidí ser una más y transformarme en Rudolfina, como os decía. Ah y otro pequeño secreto entre vosotros y yo: el motivo rosa de las fotos no es porque sea cool editando, sino porque de alguna manera tenía que disfrazar la nariz roja, haha.
Espero que os gusten las fotos y os espero muy pronto en el blog con un post especial. Comenzamos sección nueva, que estoy segura que os encantará. Espero con ganas vuestros comentarios acerca de las fotos y contadme también cuál ha sido vuestro último viaje.
After more than one month, Rudolfina is back. And I’m saying Rudolfina because lately, with all this cold weather, I almost always look like the female version of Rudolf, a happy little creature with a red nose, haha. After finishing my exams I decided it was time to do some travelling and, at the same time, disconnect from social media. I truly belive this made me learn more, live more, be more happy, enjoy more and observe those details that surrounded me during my trips. Because I decided not to have always my camera with me, I turned my brain into my new camera, being the lens my retinas and storing everything into my mind. And now I can tell you I am keeping every single detail in my own personal hard disk. The lights of the city, the people walking, running or biking around me, the path in front of me, the architecture of the buildings above me, the landscapes I could capture with my eyes… But the best thing is that I don’t only have those into my memory: I also have stocked feelings, emotions, the feeling of the sun kissing my skin and the rain getting into my clothes, the red and iced nose, the hurting feet because of so much exploring, the smile I would give to the little squirreles jumping around me, the flavours of all the new dishes I had the opportunity to try. Every each of those are part of my learning process and of making myseld who I am today, the different person of who I was yesterday.
Anyways, this doesn’t mean that on my travels I took no pictures because, oh I did, and I can’t wait to share them with you. But before sharing with you pictures from London, Malaga, Liège, Luxembourg, Cologne or Berlin, I want to show with you this beautiful ones that we took at the end of the last year. The Lindenthaler Tierpark, a charming park in Cologne filled with animals is the perfect spot for a walk and to get in touch with nature. There you can find many species of animals that are almost totally free and you can not only give them a little bit of love but you can also feed them with food provided by the park itself. A charming place in the city of Cologne to which I can’t wait to go back on a sunny day to have a picnic and enjoy the surroundings.
I really hope you to enjoy this photos and don’t forget to let me know what do you think about them in the comment section belog. I would also love to know where was your last trip.
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